Retomas Discursivas en Tiempos de Convergencia Producción, Circulación y Consumo

El pasado se hace presente: representaciones sobre el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en “Resistiendo con Aguante”

Magalí Bucasich

magalibucasich@gmail.com 

 “Lo político” en las redes sociales

En tiempos en los que las redes sociales y otras plataformas web forman parte indiscutible de nuestra cotidianeidad, resulta difícil no identificar un cambio en las modalidades de comunicación social, cambio que se traduce en una transformación en las condiciones de circulación discursiva que afecta al conjunto de prácticas sociales que conforman la cultura (Carlón, 2016; Verón, 2013).

En este sentido, el escenario mediático contemporáneo se caracteriza por usuarios que producen sus propios discursos y los comparten: los ciudadanos prosumidores se insertan en una red definida por la interactividad, la reticularidad y la digitalización (Scolari, 2008). Tal como señala Carlón (2016), se trata de un momento en el que es menester prestar particular atención a la distancia entre las instancias de producción y reconocimiento, dado que los procesos comunicativos ya no se dan sólo entre medios masivos y públicos, sino entre “medios masivos, públicos que se han fragmentado en comunidades o colectivos (en términos de Verón) y han devenido productores, y nuevos medios antes inexistentes” (p.10). Como sostiene Slimovich (2011), con Internet asistimos a un desplazamiento hacia debates públicos entre comunidades virtuales que constituyen ámbitos de expresión ciudadana y que no son, necesariamente, legitimadas por los medios de comunicación masivos.

En línea con lo anterior, no resultaría novedoso señalar que las redes sociales se han convertido en arena política; se trata de espacios controversiales en los que innumerables voces se alzan para dar cuenta de sus visiones respecto de los distintos acontecimientos que se suceden en la realidad político-económica de nuestras sociedades. Vivimos tiempos en los que se evidencian cambios en el rol de los públicos en el proceso político, en palabras de Jenkins (2006): asistimos a un “tránsito de la concepción individualizada del ciudadano informado hacia el concepto cooperativo del ciudadano vigilante” (p. 211). La convivencia de estas formas de expresión popular en entornos digitales, con los medios masivos, genera un ensanchamiento de “lo público” (Wolton, 2007; Cheresky, 2006). En este contexto, la mediatización de la disputa por el poder en entornos Web, que posibilitan el feedback instantáneo, resulta un territorio propicio para analizar las modalidades de intervención en el debate político.

Con este telón de fondo, buscaremos dar cuenta de los modos en los que se construye discursivamente el concepto de “memoria” en el grupo secreto de Facebook “Resistiendo con Aguante” a partir del análisis de las publicaciones que se efectuaron el 24 de marzo de 2017 en conmemoración del Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

El presente trabajo, que se centra en grupos secretos de Facebook que abordan lo político, forma parte de una investigación denominada “Discursividades políticas en Internet. La mediatización de la coyuntura sociopolítica de la Argentina contemporánea en grupos cerrados de Facebook”[1], que busca indagar, entre otras cuestiones, en cómo discursos que circulan en redes sociales como Facebook se caracterizan por la puesta en juego de estrategias retórico-argumentativas en las que predomina la apelación a las emociones (pathos), las que no necesariamente debilitan las operaciones de construcción y refuerzo de colectivos de identificación. Dicho proyecto aún se encuentra en su primera fase de desarrollo, por ende, los postulados que aquí se desarrollan sólo tienen carácter exploratorio y persiguen la finalidad de trazar algunos lineamientos iniciales sujetos a problematizaciones posteriores.

Acerca del enfoque metodológico

El trabajo adopta un enfoque sociosemiótico y comunicacional, por lo cual se consideran los aportes de Eliseo Verón en relación con la Teoría de los Discursos Sociales (1987) entendida como un “conjunto de hipótesis sobre los modos de funcionamiento de la semiosis social” que descansan sobre un postulado doble: “toda producción de sentido es necesariamente social” y “todo fenómeno social es, en una de sus dimensiones constitutivas, un proceso de producción de sentido” (Verón, 1987, p.125).

Desde esta perspectiva, las publicaciones de los usuarios de Facebook son discursos sociales y, por ende, configuraciones espacio-temporales de sentido. Para describir el trabajo social de investidura de sentido en las materias significantes, la teoría establece que es necesario describir las operaciones discursivas subyacentes, las que se pueden identificar a partir de marcas que, por remitir a determinadas condiciones de producción, se convierten en huellas. Es preciso destacar que, para dar cuenta del proceso de producción de sentido de un fragmento de la red, -la que, por definición, es infinita- no basta con efectuar el análisis en producción ya que éste sólo permitirá plantear un campo de efectos posibles. Es necesario llevar a cabo un análisis sobre los efectos realmente producidos, para lo cual se necesita constituir un nuevo corpus cuyos componentes “lean” los textos sometidos a estudio en el análisis en producción. Según esta teoría existe una distancia entre la instancia de producción y la de reconocimiento –llamada “circulación”– por lo que cada una requiere un análisis especifico. Al mismo tiempo, la teoría propone que no existen huellas de la circulación: la misma sólo puede hacerse visible en el análisis como “distancia” entre las huellas de las condiciones de producción y las huellas de las condiciones de reconocimiento.

Asimismo, el análisis contempla los tres niveles de construcción textual propuestos por Steimberg (1993), quien diferencia en toda producción tres dimensiones constitutivas: la retórica, la temática y la enunciativa.

La primera de ellas abarca “todos los mecanismos de configuración de un texto que devienen en la ‘combinatoria’ de rasgos que permite diferenciarlos de otros” (Steimberg, 1993: 44).

En lo que refiere a la dimensión temática, ésta se vincula con acciones y/o situaciones que responden a “esquemas de representabilidad históricamente elaborados y relacionados, previos al texto” (Steimberg, 1993: 44). 

Finalmente, en lo que concierne a la dimensión enunciativa, vale destacar que Steimberg entiende la enunciación como “el efecto de sentido de los procesos de semiotización por los que en un texto se construye una situación comunicacional, a través de dispositivos que podrán ser o no de carácter lingüístico”[2] (1993: 44).

Si el enunciado se vincula con aquello que se dice, con el contenido, el nivel enunciativo hace alusión a una doble relación: “del que habla con lo que dice y aquella que, quien habla, propone al destinatario respecto de lo que dice” (Verón y Sigal, 2004:23). De este modo, se constituye un emisor y un receptor –enunciador y enunciatario– implícitos que no son necesariamente personalizables (Steimberg, 1993).

Facebook: la interfaz y sus usos

Al centrarnos en las redes sociales, numerosos investigadores sostienen que son formas de organización social que conectan grupos para poder coordinarse y actuar en conjunto facilitando, de este modo, el encuentro e intercambio entre personas con intereses similares (Rondfeldt, 2006; Boyd y Ellison, 2007)

Si nos enfocamos en la interfaz de Facebook, hallamos en ella metáforas de publicación (biografía, comentar, “me gusta” o las nuevas “me divierte”, “me desagrada”, “me enoja”, etc.) y metáforas de conexión (unirse a un grupo, solicitar amistad o hacerse fan, entre otras) que agilizan los intercambios de sus usuarios –agentes y distribuidores de contenidos– al poner en juego un lenguaje que retoma elementos de la comunicación cara a cara (Adams, 2007; López y Ciuffoli, 2012). A su vez, en dicha red social encontramos formas de comunicación hipermediáticas que trascienden el medio; se trata de procesos de intercambio, producción y consumo simbólico en un entorno que se caracteriza por una cantidad de sujetos, medios y lenguajes interconectados tecnológicamente de manera reticular entre sí (Scolari, 2012).

Al detenernos en los usos de Facebook, notamos que aquellos que persiguen fines políticos no han dejado de incrementarse;  varios teóricos e investigadores hallan la causa de este fenómeno en un debilitamiento de los partidos tradicionales y una reconfiguración de la ciudadanía a partir de la atomización del lazo social Estos procesos han ido generando una progresiva disolución de los mecanismos de cohesión política, aunque, al menos hasta ahora, no han sido socavados por completo (Uribe y Gunter, 2007;  Martín Barbero, 2008; Strombäck, 2010).

Numerosas voces, provenientes de distintas disciplinas y enfoques, se alzan para trazar los límites y posibilidades de este escenario que cruza lo informativo con lo político. Por una cuestión de espacio, citaremos, brevemente, algunas de ellas. Desde una perspectiva crítica, Uribe y Gunter (2007) destacan el peso de la espectacularización, la apuesta por nuevas narrativas y estéticas basadas en el protagonismo de las emociones y el predominio del conflicto y los escándalos; mientras que Missika (2006) señala que la profundización informativa queda relegada a un segundo plano y se tiende a incrementar la presencia de lo anecdótico y lo superficial, lo que conlleva al empobrecimiento del debate político, ahora trivializado.

Otros, como Wolton (1995), conciben el fenómeno como un modo de ensanchamiento del espacio público dado que, lo que él llama “comunicación política”, va en línea con el fortalecimiento de la democracia, y esto porque habilita un canal que abre el diálogo con la comunidad y en el cual se confrontan discursos opuestos; en este sentido, Hartley (2000), hace hincapié en la potenciación de la conexión de los ciudadanos con el proceso democrático y la expansión del debate público.

En esta línea, Mouffe (2007) sostiene que el conflicto es constitutivo de la vida social -de ahí la imposibilidad de erradicarlo- razón por la que se requieren colectivos de identificación fuertes que movilicen pasiones políticas; desde esta concepción, lo pasional –la recurrencia al pathos– es parte integrante de la argumentación política. En relación a esto último, Charaudeau (2009) señala que los discursos que pertenecen a la comunicación política, entre otros, evidencian no sólo una argumentación lógica sino que prevalece “una puesta en escena persuasiva en la que, con imaginarios de verdad en el fondo, ethos y pathos obtienen la mejor parte, dejándole al logos la peor” (pág. 278); la confluencia entre pasión y razón intenta dar cuenta de qué es lo que nos impulsa a adherirnos a tal o cuál propuesta.

Finalmente, se destaca la inclusión de temas que quedan fuera de los espacios informativos tradicionales, creando un efecto de ampliación de agenda, (Bird, 2000) y la contribución a la reducción de la desafección política de los ciudadanos a través de la simplificación de los mensajes propiciada por la lógica del entretenimiento (Baum, 2003; Van Zoonen, 2005; Adam y Maier, 2010).

Por último, en lo que se refiere al estudio de las discursividades políticas en Facebook, hallamos investigaciones que hacen hincapié en el vínculo directo entre gobernantes y gobernados que allí se abre paso (Slimovich, 2012), a través del análisis de las páginas oficiales de los políticos y los intercambios entre usuarios que se suscitan en ellas (Tuñez y Sixto, 2011; Slimovich, 2012; Slimovich y Carlón, 2012)

Como se ha observado, no abundan estudios que se enfoquen en la aparición de lo político en grupos secretos de Facebook y por este motivo nuestra propuesta puede resultar un aporte al campo de las nuevas modalidades de intervención en el debate público.

Ahora bien, ¿qué es un “grupo secreto”? Entre las múltiples opciones que ofrece la red social para nuclear usuarios con intereses similares, se encuentran “grupos” que pueden detentar tres niveles de privacidad: público, cerrado, secreto; la principal diferencia entre ellos radica en el modo de ingreso de los participantes. En los grupos públicos, cualquier usuario puede unirse y cualquier miembro puede agregar o invitar a alguien; en los grupos cerrados cualquier integrante puede invitar o agregar a alguien, pero si no se cuenta con esa invitación, es preciso solicitarla, es decir, no es posible unirse de forma automática. Por último, en el caso de los grupos secretos no es posible unirse a menos que se cuente con la invitación de un miembro.

“Resistiendo con aguante” es un grupo secreto que nuclea a adherentes a las propuestas del kirchnerismo. Nació en octubre de 2015 después de que las elecciones presidenciales declararan el balotaje entre el candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, y el de Cambiemos, Mauricio Macri. Luego del triunfo de este último, el grupo no hizo más que crecer en número de participantes: al día de la fecha 517.801[3] miembros. El tipo de publicaciones que allí circula es variado: viralización de notas periodísticas, memes, convocatorias a marchas y manifestaciones, opiniones sobre las políticas públicas, entre otros.

La “memoria” en “Resistiendo con Aguante”

Como señalamos al inicio, en el presente trabajo buscaremos dar cuenta de las modalidades de construcción discursiva de la “memoria” en “Resistiendo con Aguante”, grupo secreto de Facebook de raigambre kirchnerista. Este recorte temático se sustenta en la idea de que el inicio de una nueva etapa política, luego del triunfo electoral de Cambiemos, ha dado lugar a nuevos modos de relacionamiento con aquellos actores que han promovido la memoria y la justicia por los crímenes de lesa humanidad, así como con quienes han procurado su impunidad. Esto deviene en una suerte de cambio de mirada sobre nuestro pasado reciente: distintos actores sociales, fundamentalmente aquellos del poder político y los medios de comunicación, han dado lugar a la circulación de discursos que hasta hace poco tiempo atrás no entraban dentro del campo de lo “decible” en la sociedad argentina, al negar o relativizar lo sucedido durante la última dictadura cívico-militar.

Teniendo en cuenta lo anterior, resulta de interés señalar que en las publicaciones que circulan en el grupo a trabajar se despliega un modo particular de relacionar el pasado y el presente que pone en duda el carácter democrático del gobierno de Mauricio Macri. De este modo, se delinea un “hoy” que se parece al “ayer”[4] a través de distintas operaciones.

En primer lugar, se recurre a comparaciones entre el presidente y sus funcionarios, y quienes ejercieron el gobierno de facto del ‘76. Un ejemplo de ello es la figura 1, en la que podemos ver cómo, a través de un mecanismo de adjunción, aparecen las caras de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, Horacio Larreta, Marcos Peña, entre otros, en los cuerpos de los represores; la frase “Continuidad histórica, a 41 años del golpe cívico-militar”, no hace más que anclar el sentido de la imagen. En la figura 2, por otro lado, la comparación se efectúa a través del listado de medidas tomadas por Videla y por Macri, lo que refleja que los intereses de ambos son asimilables.

Figura 1

Fuente: Imagen publicada en Resistiendo con Aguante el 24 de marzo de 2017

Figura 2

Fuente. Imagen publicada en Resistiendo con aguante el 24 de marzo de 2017

En línea con lo anterior, se destacan de modo recurrente la ausencia de políticas públicas en materia de Derechos Humanos; prueba de ello son las abundantes publicaciones que recuperan la frase que Mauricio Macri dijo en una entrevista al diario La Nación en 2014: “conmigo se terminan los curros de los Derechos Humanos”. Esta retoma siempre está acompañada de una valoración negativa; ejemplo de ello es la figura 3 en la que se superpone la frase a una imagen del presidente dando un discurso, mientras abajo se agrega “palabras de un hijo de puta”.

Figura 3

Fuente: Imagen publicada en Resistiendo con Aguante el 24 de marzo de 2017

Figura 4

Fuente: Imagen publicada en Resistiendo con Aguante el 24 de marzo de 2017

Esto se refuerza con la puesta en circulación de una foto tomada en el Congreso en la que se puede ver a los diputados de Cambiemos posando con un cartel que expresa: “los DDHH no tienen dueño”. En la figura 4, podemos observar un caso en el que a la foto mencionada se le adjunta la frase: “De los creadores de “los argentinos somos derechos y humanos” Ahora nos traen su nuevo slogan””. Recordemos que dicha frase fue impresa en calcomanías por parte del Ministerio del Interior en 1979, en vísperas de la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA; con lo cual, y en sintonía con lo señalado con anterioridad, se trata de una comparación entre los representantes del actual gobierno y los de la última dictadura cívico militar, que los coloca como iguales.

Hasta aquí, asistimos a la construcción de, en términos de Verón (1993), un contradestinatario discursivo que recae sobre la figura del presidente definido como un personaje, ante todo, antidemocrático; esto se hace extensivo a otros representantes de Cambiemos.

En la narrativa que se dibuja en las publicaciones analizadas, podemos observar que esta concepción desfavorable del presente opera como una suerte de invitación a continuar la lucha por la memoria, la verdad y la justicia. En “Resistiendo con Aguante”, la “memoria” cobra protagonismo a través de una revalorización del pasado como parte constitutiva del presente: “recordar” se equipara con “luchar”. De este modo se perfila un prodestinatario (Verón, 1987) portador de una misión: velar por los derechos humanos en las calles en un doble sentido, en primer lugar, en búsqueda de justicia por los 30mil desaparecidos, pero al mismo tiempo en función de evitar avasallamientos por parte del actual gobierno. En este sentido, son recurrentes las interpelaciones a “unirse” mediante el “hacerse presente” en las plazas para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, pero también para luchar contra una realidad en la que los gobernantes representan los mismos intereses que aquellos que constituyeron el gobierno de facto. 

Figura 5

Fuente: Imagen publicada en Resistiendo con Aguante el 24 de marzo de 2017

Al mismo tiempo, resulta interesante mencionar que abundan las publicaciones de fotos en distintas plazas del país, las cuales, dado su carácter indicial, operan como evidencia de la efectivización de la resistencia, al tiempo que la construye como un movimiento de alcance nacional. Advertimos que, en las publicaciones, como ser en la figura 5, la movilización y la presencia masiva en las calles son concebidas como prueba de que el kirchnerismo va a volver a ocupar el poder.

Para concluir, resulta de interés efectuar una observación. Como hemos señalado, esta suerte de asimilación entre pasado y presente, que se delinea en las publicaciones analizadas, incurre en una deslegitimación del carácter democrático de la actual gestión, lo cual se ve robustecido con la recurrente aparición de la frase “Macri, basura, vos sos la dictadura”. Este punto nos invita a pensar en el modo en que se entiende la democracia en “Resistiendo con Aguante”, la cual, al parecer, tiene un alcance mayor que la elección de los representantes a través del voto popular: la puesta en marcha de determinadas políticas públicas consideradas contrarias a los intereses del pueblo, sumado a las prácticas represivas sobre los manifestantes irían, en opinión de este grupo, en detrimento del régimen democrático.  Sin embargo, al mismo tiempo, al equiparar nuestro presente con una dictadura se ponen en duda las vías institucionales para canalizar los reclamos habilitados en el marco de un régimen democrático.

Comentarios finales

A lo largo de la exposición buscamos poner en palabras los modos en los que se concibe la “memoria” en “Resistiendo con Aguante” en el marco de la conmemoración del Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. Como vimos, se construye un fuerte vínculo entre el pasado y el presente que interpela a los usuarios para fortalecer la lucha por los Derechos Humanos. Sin embargo, esta creencia compartida no está ajena a contradicciones: mientras se invita a recurrir a los mecanismos institucionales que la democracia habilita para canalizar los reclamos, éstos se ven deslegitimados e, incluso, debilitados, al comparar la gestión actual con un régimen dictatorial.

Sostenemos que en el grupo analizado se da lugar a la configuración de un pro y un contradestinatario (Verón, 1987) que fundan una identificación a partir de la polémica: “nosotros” vs. “los otros”. El enunciatario, se define por ser kirchnerista y por compartir una serie de valores vinculados con lo que implica vivir en democracia; del otro lado, se encuentra el gobierno y, por extensión, sus seguidores, quienes se caracterizan por ignorar la defensa de los Derechos Humanos e incurrir en prácticas antidemocráticas. En estas publicaciones está ausente el paradestinatario, es decir, el indeciso (Verón, 1993), en tanto se trata de un grupo que se funda en una creencia compartida fuertemente binaria, además de que los discursos no se dan en un contexto de campaña.

A partir del análisis efectuado, diremos, a modo de hipótesis, que “Resistiendo con aguante” es una comunidad con una creencia ideológica en común; en términos de Van Dijk (2005), se trata de un grupo que comparte representaciones sociales que definen su identidad y que entra en relación con otros grupos en función de sus metas e intereses. La capacidad de generar efectos virales que aporta una red social como Facebook permitiría pensar que en este tipo de espacio virtual se puede dar lugar a la movilización de colectivos identitarios en el largo plazo (Verón, 1998).

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Carlón, Mario, (2016). “Una apropiación contemporánea de la teoría de la comunicación de Eliseo Verón”, en Comunicación, campo(s) teorías y problemas. Una perspectiva Internacional; en Vizer Eduardo y Carlos Vidales (coordinadores), (en prensa).

—————– (2013) El fin de los medios masivos. Buenos Aires: La Crujía

Charaudeau, Patrick. (2009), “La argumentación persuasiva. El ejemplo del discurso político” en Haciendo discurso. Homenaje a Adriana Bolivar. Caracas: Universidad Central de Venezuela.

Cheresky, Isidoro, (2006). La política después de los partidos. Buenos Aires: Prometeo.

López, Guadalupe. y Ciuffoli, Clara. (2012) Facebook es el mensaje. Oralidad, escritura y despúes. Buenos Aires: La crujía

Mouffe, Chantal. (2007) En torno a lo político. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Scolari, Carlos. (2008) Hipermediaciones. Elementos para una teoría de la Comunicación Digital Interactiva.Barcelona: Gedisa.

————— (2012). “El texto DIY (Do It Yourself)”  en Carlón Mario y Scolari, Carlos (comps.) Colabor_arte. Medios en la era de producción colaborativa. Buenos Aires: La crujía

Slimovich, Ana. (2012) “El Facebook de los gobernantes. El caso de Cristina Fernández de Kirchner y de Mauricio Macri”, en Carlón, M. y Neto, A. (comps.), Las políticas de los internautas. Nuevas formas de participación. Buenos Aires: La crujía

Verón, Eliseo (1987): “La palabra adversativa. Observaciones sobre la enunciación política”, en El discurso político. Lenguajes y acontecimientos,   Buenos Aires: Hachette.

Verón, Eliseo. (1998) “Mediatización de lo político. Estrategias, actores y construcción de los colectivos”, en Comunicación y política. Buenos Aires: Gedisa.

Wolton, Dominique. (1995) El nuevo espacio público. La comunicación política: construcción de un modelo. Barcelona: Gedisa.

[1] El plan de trabajo corresponde a una Beca UBACyT de Maestría.

[2] El subrayado corresponde al original.

[3] Información correspondiente al 30 de septiembre de 2017.

[4] Entendiendo  “ayer” como la dictadura cívico-militar de 1976-1983.

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