Retomas Discursivas en Tiempos de Convergencia Producción, Circulación y Consumo

Intervención de María Rosa del Coto

TERCERA REUNIÓN SEMINARIO INTERNO UBACYT 2019 /19/ 10/ 2019

PRESENTADORA: MARÍA ROSA DEL COTO

TEMÁTICA: LAS RETOMAS Y EL HUMOR I

 TEXTOS CONSIDERADOS:

  • “La risa proteica, el humor y los pesimistas”, de Joan M. Marín, en Escritura e Imagen 14, 2018. 
  • “YouTubers as satirists. Humour and remix in online video”, de Patricia Dias da Silva y José Luis García, en Jedem, Journal of Democracy, 4 (1), 2012.

 

 

MARÍA ROSA DEL COTO: En primer lugar, voy a indicar cuáles son las razones para incluir “La risa proteica, el humor y los pesimistas”, de Joan Marín, y “The You-tubers as satiristics. Humor and remix in online video”, de Patricia Dias de Silva y José Luis García. Por un lado, porque estos textos tienen bastantes referencias bibliográficas y eso puede ayudar, sobre todo a los que están indagando en el tema, a consultarla y, si les parece pertinente, seleccionarla para futuros trabajos. Esto implica que los textos no se eligieron tanto por lo que podríamos denominar la calidad que ellos puedan tener –por los aportes que brindan sobre el tratamiento del tema o los temas del o de los que se ocupan–, sino por la característica que nombramos en primer término. Esto se manifiesta, sobre todo, en el que se centra en el meme “La caída” (el artículo de Dias de Silva y Garcia), ya que presenta, además de la lista bibliográfica, una serie de citas que pueden ser interesantes para ubicarnos en relación con esos autores y ver si nos interesan o no.

Por otro lado, porque se embarcan en la tarea -o hacen una especie de intento al respecto- y -esto en mayor o menor grado- de historizar los fenómenos que consideran. Esto también se manifiesta -y de manera mucho más importante- en “La risa proteica, el humor y los pesimistas” que en “The You-tubers as satiristics. Humor and remix in online video”, ya que se presenta como una especie de introducción general del tema que trata.

También, entiendo que ambos trabajos presentan una terminología; esto, para el caso, consiste en una serie de nociones que me parece que vale la pena tener en cuenta para examinarla y discutirla.

La finalidad última, el objetivo último, se relaciona con todo lo expresado, y es la idea de que una lectura “profunda”, exhaustiva, permita precisamente poner en juego una instancia de debate respecto de las cuestiones que tratan los artículos y, asimismo, de los planteos que formulan los autores. Estos son, a grandes rasgos, los objetivos que perseguimos con la selección de estos materiales para el seminario.

El material que vamos a abordar en primer término, “La risa proteica, el humor y los pesimistas”, lo iba a presentar Osvaldo Beker, pero tuvo que viajar a dar un curso en Corrientes, en Goya, y yo no quise modificar la fecha del encuentro para evitar cambios en la programación de las futuras presentaciones. La idea original era que Osvaldo tomara ese trabajo y lo presentara pero que también lo ampliara con referencias a otros textos, y esto porque él esta haciendo su tesis de doctorado sobre el humor en la obra de Almodóvar, y leyó muchísimos libros sobre el tema; en tal sentido, me pareció oportuno que, basándose en el texto Marín empezara a desplegar otras posiciones, “clásicas” y también actuales, y a dar también su opinión. Pero, bueno, esto no se pudo dar, así que me tienen a mí presentando el trabajo.

“La risa proteica, el humor y los pesimistas” es un texto relativamente reciente de Joan Marín. Lo primero que vamos a ver es qué característica fundamental el autor le asigna a la risa. Pone énfasis en el carácter proteico, que aparece justamente en el título, carácter que la hace un instrumento multifuncional, útil para la crítica y la subversión, la sanción y también la representación social. La risa, puede, dice Marín, corroer dogmas, tanto como reforzar estereotipos. Esto después lo vamos a retomar cuando nos internemos en el desarrollo del texto y también cuando hagamos una suerte de exégesis -o mejor y menos ambicioso el término-, la presentación del otro artículo.

Como sabrán, proteico o proteica es un adjetivo que está dando cuenta, en el caso que tratamos, de la gran cantidad de formas, de variedades, que la risa puede adoptar. Una de las cosas interesantes que el artículo plantea es, precisamente, la existencia de ese carácter proteico que ella presenta, y que también manifiestan lo cómico y el humor. Ahora bien, aquí, entiendo, aparece un obstáculo a tomar en consideración. No se efectúan especificaciones que delimiten el sentido de todas esas palabras; ellas aparecen, podríamos inferir, como “sinónimos”, por lo que no se les da un estatuto de nociones diferenciadas, incluso podría decirse de nociones.

Debido, como estaba indicando, al carácter proteico que se le atribuye a la risa, al humor y a lo cómico, se presentan dificultades para dar definiciones claras.

Ahora bien, esto no debe achacársele sólo a Marín, pues ya desde los griegos se presentaba una serie de confusiones entre el humor, la risa, y la burla, entre otras cosas; él plantea que uno se puede reír de diferentes cosas, y esta risa puede conectarse, o no, con la burla. En resumen, hay una serie de términos y de matices, cuyas diferencias no son contempladas y eso hace difícil posicionarse respecto del humor y la risa. Además, en algún momento, se refiere también a la parodia, y a la sátira, pero su objetivo central no pasa por efectuar distinciones/ definiciones sobre ellas, sino dar cuenta, a partir de un enfoque básicamente filosófico, de lo que denominaríamos ciertas –o algunas de las principales visiones acerca del humor que se han dado a lo largo del tiempo. Este centrarse en las perspectivas filosóficas, no quiere decir que no incluya otras perspectivas, pero el trabajo está sesgado, digamos, por la filosofía, a través de la presentación de diversas visiones generadas en el área.

Una de las cosas que plantea el autor (como la mayoría de los que se refieren al humor) y que pone en primer plano las dificultades para poder definirlo, es que el término se vincula etimológicamente con la teoría hipocrática sobre los humores. El humor se conectaba, dando lugar a algo así como un arco, con la alegría, por un lado, por un extremo, y con la melancolía, por el otro extremo. De ahí que en el artículo se haga mención a los pesimistas, a aquellos autores, cuyas posiciones están más ligadas con los aspectos oscuros, podríamos decir, de la risa y del humor; estamos en presencia de una visión que enfatiza lo que sería un humor destructivo, pero que al mismo tiempo tendría siempre algo positivo, eso después lo vamos a ver. Dentro de esta perspectiva, se manifiesta una distinción entre lo cómico y el humor. Pero tampoco están muy claras las diferencias que existen, hay intentos de distinguirlos y plantear que lo cómico, por lo menos en una cierta tradición, está más vinculado con lo lúdico. Esto quiere decir más vinculado con la broma, a la que adjudicarle el carácter de inocente, de ingenua, que no hiere a nadie, y por esto, todos pueden gozar de ella; el autor indica que lo cómico se vincula con el ingenio de los niños, o, más adecuadamente dicho, con las actitudes que pueden presentan los niños en relación con la observación de la realidad y de las ideas que pueden formarse de la realidad, y eso puede generar un efecto gracioso, risueño.

El humor, en cambio, no tiene ese matiz, sino que implica, por los menos para el autor, una actitud más reflexiva, que puede llegar a alcanzar ribetes mas sombríos y ahí aparece toda esa línea de filósofos, que sostienen una postura pesimista, y que, entre otros, representan Arthur Schopenhauer y Emil Cioran.

MARÍA ELENA BITONTE: Entonces él discute contra los que consideran que el humor está relacionado con lo lúdico…

M. R. DEL COTO: No, él no discute con nadie realmente. Presenta estas dos posibilidades; Dentro de lo que habíamos planteado acerca de las dificultades para poder clarificar la cuestión, él nota que hay algunos autores que hacen, a su vez, una división y hablan de lo cómico por un lado y del humor por el otro.

AMPARO ROCHA ALONSO: ¿Puedo hacer la misma moción de la otra vez? Que todos anotemos las cosas que vayamos pensando, María Rosa expone y después hacemos las preguntas y presentamos nuestras opiniones. ¿Les parece bien?

M. R. DEL COTO: Marín desarrolla, por un lado, la visión que entiende el humor como una herramienta crítica, y ahí da cuenta de una serie de autores (algunos de ellos son los que acá presento, no todos, porque la presentación no es, al respecto, exhaustiva, aunque, en buena medida, sirve para ubicarnos). Menciona a Aristóteles, cuando se refiere a Gorgias, y plantea que él consideraba al humor como la prueba de fuego para contrastar la validez de un asunto. En este caso, el humor se convierte en algo serio, y esto tendría que ver con poner a prueba una noción o concepto y ver si lo afirmado sobre un asunto puede soportar la humorada que se realiza sobre aquél. Si la conceptualización es seria puede aceptarla, puede refutarla, en cambio, cuando uno se queda con lo que plantea el “humor” y dice “es verdad lo que plantea el ‘humor’”; por eso es una herramienta crítica. Crítica ahí no se entiende como crítica hacia la sociedad en primera instancia, ¿se entiende?, y esto, básicamente, por los autores que toma en cuenta. Es crítica porque pone a prueba conceptos o ideas que, al no soportar la “prueba” del humor, caen o se demuestra que tales conceptos o ideas no son tan válidos como se pensaba oportunamente.

M. E. BITONTE: agrego, Gorgias era un sofista.

M. R. DEL COTO: Era un sofista, claro…

M. E. BITONTE: O sea que la optimización del lenguaje tenía un sentido determinado para él, porque era un sofista.

M. R. DEL COTO: Sí, a pesar de ser un sofista, consideraba que el humor tendía a la búsqueda de la verdad. Tengamos presente que a los sofistas se le endilgaba el hecho de que con tal de salir airosos en la discusión plantaban cualquier argumento. Igual que los políticos actualmente, o siempre, y tiendo a pensar que siempre o casi siempre fue así, pero que en la actualidad se acentúa, o, en todo caso, queda más al descubierto, por la proliferación discursiva que existe.

Marín también recuerda a Kant, quien dice que el humor nos sitúa en una disposición de espíritu que nos permite juzgar las cosas de un modo distinto e incluso contrario al habitual y que, sin embargo, resulta conforme a ciertos principios de la razón; cuando se refiere a Kant, se incluye el ejemplo del padre que le pregunta a la niña ¿cuándo se pone el sol? Y la niña no sabe, dice a la mañana; el padre insiste para que la chica reflexione, digamos, y diga “no, se pone al anochecer” y entonces le vuelve a preguntar e insiste e insiste Y entonces le dice el padre, ¿qué pasa por la noche? Y la nena dice: “se quita”. Según esta perspectiva, el humor nos permite ver las cosas de una manera distinta a la que estamos habituados. Entonces puede ayudar para hacer avanzar el conocimiento, para ir alcanzando ciertas verdades.

Después hay una visión que lo entiende como un elemento corrosivo y aniquilador y acá aparecen, entre otros, Friedrich Nietzsche y Clément Rosset. Nietzsche dice “no con la cólera sino con la risa se mata”, o sea el humor tiene ese poder de clausurar argumentos y dejar al otro en una posición extraña porque lo que se planteó también a él suele causarle gracia, y no puede reaccionar a eso. A eso se debe ese carácter corrosivo y aniquilador.

Rosset pone el ejemplo de Chernobyl. Creo que todos, aunque quizá no los más jóvenes, conocen el accidente de la central termonuclear.

Bueno, una semana antes de que se produjera el accidente, un diario de la Unión Soviética, que se publicaba para el exterior, había hecho una nota sobre Chernobyl y decía “seguridad absoluta”, y a la semana resulta que la realidad muestra todo lo contrario. Entonces, esto produciría un efecto humorístico y este efecto sería ejemplo del humor corrosivo; la realidad en este caso, no el discurso, el discurso se entendería como una fake news actualmente, o como una ironía de la vida del destino, no una ironía utilizando palabras. Después hay otros autores que hablan del carácter sorpresivo en el humor, que se da cuando uno está esperado una cosa y aparece otra y eso, podríamos decir, produce un efecto risueño.

Bueno, después el autor presenta la visión que entiende al humor como elemento subversivo pero que sirve para mantener el estado de las cosas; acá, Marín produce un ejemplo o lo que podríamos denominar un ejemplo, que se atiene a lo que se denomina la risa carnavalesca. La famosa fiesta de los locos o el carnaval, conocidos por nosotros, a partir de Bajtin y su trabajo al respecto. Se trata de la risa grotesca que muestra y celebra lo oculto, lo denigrado y lo ridículo. Todo aquello que fuera del paréntesis temporal que instaura la celebración pertenece a la esfera de lo serio y lo incuestionable. Pero la idea es que, como se sabe, la fiesta de los locos, el carnaval, consistirían en que esta risa sea o funcione u opere como una válvula de escape, que facilita la perpetuación del status quo. Eran esos días en que se permitía hacer de todo y después volvía la norma, volvía todo a una cierta normalidad; ahora, en esa semana o en la fiesta de los locos, en la que a los locos los vestían como rey, ese tipo de cosas. Entonces, podemos decir que Marín tiene una mirada no demasiado positiva de la risa carnavalesca, porque no llevaría a la reflexión y podría incitar al cambio, sino a que todo quede igual.

Y después, y como último caso, presenta la visión que entiende el humor como un mecanismo consolador. Entonces ahí menciona entre otros a Aristóteles, la teoría acerca de la comedia, que postula que lo cómico hace soportable lo feo, lo malo, lo que no es excelso. Saben que los personajes de la comedia son comunes y corrientes y por el modo en que se presentan estos personajes y cómo se los presenta actuando, el modo de actuar y las situaciones por las que pasan, convierte algo que es negativo y feo en algo agradable o soportable.

También se refiere, por supuesto, a la teoría freudiana en la que el humor se plantea como un dispositivo liberador de las tensiones que al introducir un distanciamiento intelectual respecto a nuestras desgracias, nos permite reducir el desgaste emocional inherente a las situaciones dolorosas y genera un placer equivalente al gasto emocional ahorrado.

Finalmente, se centra en algunos pesimistas como Schopenhauer o Cioran que vieron en el humor una vía para afrontar las decepciones existenciales, o sea los dramas existenciales y en la visión negativa ante la vida, de alguna manera, el humor es un elemento que hace más llevadera la vida, por un lado, y, por otro, hace más aceptable lo negativo que implica la vida en sí.

Bueno, en resumidas cuentas, esto es lo que el trabajo desarrolla, y que el autor amplía un poco por la inclusión de distintos ejemplos. No se trata de un trabajo exhaustivo, hay muchos otros que lo son más, pero sí condice con los objetivos que me propuse para la realización de este seminario, esto es, el que tengamos la posibilidad de ampliar el marco de referencias respecto de la problemática del humor. Para quien o quienes está/n escribiendo sobre el imeme puede servir conocer la posición de estos autores clásicos para organizar incluso el pensamiento o para tomar distancia de ellos, y, desde ya, para pensar el nuevo objeto.

Antes de que pasemos a la presentación del otro texto, las preguntas, las observaciones,  comentarios varios o agregar algo del trabajo que yo no haya dicho.

LILIANA GRIGÜELO: Algo que pensé cuando leí este texto es que equipara, por ejemplo, el humor y la risa, o sea no hace la distinción entre lo que sería la producción del humor como procedimiento, y el efecto, la risa. (…) Es una carencia conceptual importante porque una cosa es el efecto y otra es el procedimiento. Nosotras analizamos la parodia con María Elena, trabajamos bastante sobre eso, me parece que enfocar solamente en el efecto o equiparar el procedimiento con el efecto, es un error conceptual grave. Después, por lo demás, el recorrido filosófico que hace, eso me pareció interesante pero pobre. Por ejemplo, si vos vas a hablar de los sofistas tenés que decir por qué… Gorgias era un sofista y con la utilización de la palabra quería justamente otra cosa, o sea no le importaba lo racional, entonces explicar algo más de eso, es como que queda ahí perdido.

A. ROCHA ALONSO: La cuestión del procedimiento y el efecto es la famosa cuestión del desfase entre producción y reconocimiento. Entre el procedimiento o sea lo que hacés discursivamente, ya sea con palabras, o con gestos, y el efecto. Producción – reconocimiento, y en el medio ese desfase. Si vos ves todo como un magma, como todo lo mismo no estas viendo…

M. R. DEL COTO: De cualquier manera, para exculpar un poco al autor, como él mismo lo plantea, muchos textos que hablan del tema y que él retoma hacen esa suerte de simbiosis y no separan los conceptos y por eso aparecen las dificultades.

M. E. BITONTE: … eso explicaría por qué toma al humor como una confusión humana y no como un procedimiento estratégico.

LILIANA GRIGÜELO: ¿Y con el pesimismo? ¿El humor y el pesimismo?

M. R. DEL COTO: Bueno, pone algunos ejemplos vieron…

A. ROCHA ALONSO: A mí me parece que está bien, que es correcto. Bueno, Cioran hizo una teoría del suicidio y de morir.

ARIEL GUREVICH: Bueno, como la película de Woody Allen, ¿la vieron?, Crímenes y pecados, que tiene la trama trágica y la trama humorística, y la trama humorística es la entrevista al filósofo en la que hace una apología a la vida, y termina suicidándose.

M. R. DEL COTO: Bueno ahí se presenta una ironía entre lo que dice y lo que termina haciendo, acto que desdice de manera absoluta lo afirmado.

LAURA IRIBARREN: La utilización del humor… Como en La gran comilona, donde comen, comen, comen, y termina siendo una cosa terrible que culmina con la muerte de todos. La utilización del humor y los efectos que puede provocar en un uso como desvirtuado.

A. ROCHA ALONSO: ¿Por qué desvirtuado? No me parece desvirtuado.

L. IRIBARREN: No sé si desvirtuado, pero la no distinción entre procedimiento y efecto me parece el error básico…

A. ROCHA ALONSO: Yo pienso lo mismo, pero tiene razón María Rosa acerca de que a lo largo de la historia creo que ha sido muy común que se hablara del humor, de la risa, de lo cómico, todo como algo indiferenciado…

M. R. DEL COTO: De lo risible, o lo risueño como autores dicen, también.

L. IRIBARREN: Cuando habla de Bajtin, de lo carnavalesco, dice que es para mantener el status quo; Bajtin hablaba más bien de la confrontación como que ponía el acento básicamente en la confrontación y no en mantener el status quo.

M. R. DEL COTO: A mi me parece que se trata de dos lecturas, la que hace Bajtin y ésta, que, también me parece adecuada; o sea, me parece que las dos son adecuadas, porque esto no producía un levantamiento popular, la gente después del carnaval no iba contra el rey y lo mataba, no pedía su cabeza ni atacaba a la corte.

L. IRIBARREN: Bueno, pero era una manifestación de la disconformidad.

M. R. DEL COTO: Sí, pero estaba regulada.

A. ROCHA ALONSO: No cambiaba el status quo. Lo que uno puede pensar a largo plazo es que esa pequeña disrupción de cada año, históricamente, en largos procesos históricos, si provocó que llegáramos a la Revolución francesa, pero, en el momento realmente lo que hacía era liberar tensiones durante una semana del año y después todo el año la gente seguía laburando…

(…)

M. E. BITONTE: No necesariamente el humor está reñido con el pesimismo, nosotros tenemos, por ejemplo, las tapas de la revista Noticias o del diario Página 12 donde el humor esta en función del pesimismo claramente.

M. R. DEL COTO: En esos casos, me parece que está más ligado con la reflexión… Y qué pasa con las tapas de Barcelona. Le dan además a todos. Porque una de las cuestiones es que no es que critican a éste y entonces con la tapa están diciendo “yo estoy de este otro lado, esto es lo malo, esto es lo bueno” No, es “esto es malo, esto es malo, esto es malo, parece que están con el dedito diciendo que todo a lo que se refieren es malo”. Se ubican en el lugar de jueces “imparciales” e implacables.

M. E. BITONTE: Claro, no es un humor celebratorio, es un humor pesimista, probablemente con un espíritu de mostrar cosas, desenmascararlas, llamar la atención para la reflexión, la crítica y cambiar el mundo, pero en principio me parece que ahí el humor se asocia al pesimismo.

M. R. DEL COTO: Sí, a mí, me parece que también es así.

Pero, igual, en el texto de Marín se trata de un pesimismo filosófico, que remite a los nihilistas, de aquellos que no “creen” en nada. Por eso, menciona a Nietzsche y a Cioran.

A. GUREVICH: La única parte del texto que habla un poco de los efectos, pero sin nombrarlos así, es cuando compara la comedia con la tragedia y habla de la catarsis…

M. R. DEL COTO: Sí, sí, habla de la catarsis, pero no se detiene demasiado en el tema.

A. ROCHA ALONSO: Aristóteles, ¿cómo llama al efecto de la comedia?

M. R. DEL COTO: Entiendo que sólo habla de la catarsis, o sea, que sólo trata del efecto generado por la tragedia.

A. ROCHA ALONSO: O sea, yo, a la comedia, que provoca también una descarga, la descarga de la risa, también la vi como una catarsis, pero no, no es la palabra…

M. R. DEL COTO: Aristóteles la usa solamente para la tragedia. En el texto de Marín, hay algún fragmento donde habla de Platón, de cómo Platón podría considerar la comedia, y como de alguna manera, a partir de las ideas de Platón, hay toda una línea de pensamiento que va a continuarse. Platón veía que el que se ríe de alguien o de algo se considera superior al que provoca la risa, y también reconocía que a veces uno se ríe de uno mismo, entonces la risa venía a aminorar ese lugar de amor hacia uno. Entonces se consideraba más valioso que aquello que originara la risa era algo que le sucedía a uno o alguna acción que uno había realizado. Es interesante porque se trata de toda una vuelta. Pareciera que, porque no se siente tan valioso o importante, puede reírse de sí mismo, mientras que sí o cuando se ríe de otro, se siente más valioso e importante, o, también, que se siente importante en la medida en que se burla de otro. Las ideas de Platón al respecto, se yerguen como una teoría que presenta tintes “psicoanalíticos” o “psicológicos” que explica, por ejemplo, por qué hay gente que se burla de los otros constantemente.

A. ROCHA ALONSO: También habría que pensar cómo en prácticamente toda la historia (de nuestra cultura al menos) lo cómico, la risa, el humor, en general, ese campo siempre estuvo en segundo plano. Es decir, consideramos la tragedia más importante, o un drama y los actores dicen “no, en realidad hacer reír es más difícil aún”, pero, sin embargo, persiste una jerarquización…

M. R. DEL COTO: Bueno, eso es relativo porque habrán visto ustedes que, hasta hoy, todavía, cuando un actor, en una comedia, por ejemplo, dice una palabrota hay una tendencia a que la gente reaccione a ella, riéndose; así que, habría también que relativizar lo que afirman los actores que, me parece, lo dicen, precisamente, para neutralizar o relativizar la jerarquización social que valora en mayor grado al drama, y a los actores que lo interpretan, que a los géneros cómicos, y a quienes lo practican.

A. ROCHA ALONSO: Sí, pero no sé los actores lo dicen…

M. R. DEL COTO: Me parece que puede ser que sí, o que puede ser que no… según el caso.

A. ROCHA ALONSO: Pero digo, yo siempre digo medio en broma que ahora estoy más grande y cada vez aprecio más que me hagan reír: claro, me encantan las comedias. Antes no, a los veinte años leía unos dramones infernales, con cosas tremendas, pero claro porque tampoco había vivido tanto como para realmente sentir en total profundidad eso y ahora por ahí le escapo un poco y me encanta reír. Pero, sin embargo, culturalmente la risa está siempre en un escalón más abajo cuando, en realidad, no debería ser así… creo yo

– Y también depende el tipo de discurso, o sea, con qué se cruza…

M. R. DEL COTO: Hay una cosa importante que el autor dice y que reiteramos: es ese carácter multiforme del humor que también se puede asociar a lo que estamos considerando ahora. Es que está articulado con distintos géneros y medios, o sea, que, en muchas ocasiones, aparece dentro de un discurso serio, y puede aparecer también la ironía.

A. GUREVICH: También estaba buena la idea de que, en una sociedad de inteligentes, nunca falta el humor, como que el autor no opone el humor con la emoción o con la empatía… sino que piensa el humor más desde la distancia.

A. ROCHA ALONSO: Y sí, porque el humor genera distancia… pero me acuerdo cuando leí hace muchísimo tiempo, partecitas de La risa de Bergson, que el primer ejemplo que pone es el de alguien va caminando y tropieza, y frente a ese episodio se hace una pregunta, por qué el que cuando alguien va caminando y se tropieza genera risa. Entonces él esgrime la explicación de que lo orgánico del fluir de la vida de pronto se corta y ese corte genera una risa, genera distancia. Pero, digamos, hay distintos tipos de humor. Lo que quiero decir es que ese tipo de risa que si bien provoca una distancia con el objeto – porque vos objetivas a la persona que se cayó- no es el mismo humor de la palabra “se lo puso, se lo sacó”, pero siempre hay distancia, pero, por ahí, todo el mundo se ríe del que se cayó y no todo el mundo se ríe de un juego de palabras.

(…)

M. R. DEL COTO: Entonces continuamos, con el otro artículo, que es del año 2012 y se llama Los youtubers como satiristas. Humor y remix en videos online.

Al respecto, les quiero contar antes de empezar a desarrollar la presentación, que uno de los primeros problemas con el que nos enfrentamos cuando hacíamos la traducción, es qué términos usar, qué denominación utilizar, si caricatura o viñeta. Recurrimos al diccionario y la segunda acepción de “viñeta” es la de “dibujo o escena impresa en un libro o periódico … que suele tener carácter humorístico y que a veces va acompañada de un texto o comentario”, como vemos, esta acepción se correspondería con lo que el texto manifiesta.

La definición de caricatura es más o menos parecida que la de viñeta; la primera acepción dice “dibujo satírico en que se deforman las facciones del aspecto de alguien”, acepción que no se adecuaría demasiado al contenido desarrollado en el texto, cosa que sí hace la segunda, “obra de arte –ya considera el texto como obra de arte – que ridiculiza o toma en broma el modelo que tiene por objeto”; entonces yo creo que cualquiera de las dos en realidad puede funcionar; pero, dejamos caricatura que era el término que aparecía en el texto, que está escrito en inglés.

(…)

Bueno, primero algo con relación al humor; esa capacidad que tiene el humor para inmiscuirse, para “anidar” usando metafóricamente el término, en distintos medios y distintos géneros, lo cual aparece como un tema interesante. O sea, no lo podemos encontrar en un género: por ejemplo, en la sátira, sino que, por principio, puede atravesar distintos géneros y también diversos medios. Los autores, plantean que el tener eso como característica le brinda al humor la posibilidad de presentarse tanto en los medios “tradicionales” como en los “nuevos”. Otra cosa que podemos subrayar desde el principio, es el termino remix, que va a ser utilizado bastante a lo largo del texto y que tiene que ver con esas producciones que se realizan a partir de textos previos sobre los cuales se produce un determinado trabajo de transformación, o sea, remix serían lo que nosotros denominamos “retomas”.

L. IRIBARREN: En ningún momento lo explican, es decir utilizan el término, pero no lo definen en ningún momento. Porque para mí era importante saber qué entienden estos autores por remix y de donde toman el vocablo, y no lo dicen…

A. ROCHA ALONSO: La primera vez que yo lo escuché, lo escuché asociado a la música en general, pero eso no quiere decir que sea el único sentido que posee. Son intervenciones mas bien electrónicas sobre alguna música en general poniéndole base electrónica a canciones populares, etc. Pero, a partir de eso pueden ser muchísimas cosas, como lo dice Scolari en el capítulo que dábamos de Hipermediaciones; en ese libro, Scolari hablaba de que estamos atravesando la época del “re”, la “remake”, el “remix”, el reciclado; y, claro, los dos procedimientos básicos son cortar y pegar, pero básicamente se usa mucho… cuando ves “remix”, por ejemplo yo les ponía a los alumnos un tema de Nina Simone remixado y era el tema cantado por ella todo bien y abajo una base electrónica, llevado a lo bailable.

L. IRIBARREN: Pero, entonces, en todos los casos se trata de la intervención sobre un texto…

M. ROSA DEL COTO: En ese sentido se extiende a otros productos textuales independientemente de las materias significantes con que ellos estén construidos.

Bueno continuando, una cosa que plantean los autores respecto del humor es que es un instrumento para deconstruir la sociedad, la que, a través de él, a menudo presta atención a áreas que de otro modo permanecerían ocultas. La idea es que la sociedad mantiene oculta determinada cosa, no se ocupa de ella, y el humor viene a poner de relieve, en primer plano, eso que se oculta o que no se pone sobre el tapete, eso que no se discute, que no se cuestiona. Incluso dicen que hay temas que si no se trataran de esta manera no se tratarían de ninguna otra forma, es como un modo de poder dar cuenta de esos elementos.

Aquello de lo que, de manera general, se ocupa el artículo, es la conceptualización de un tipo de video amateur –que es el objeto empírico de estudio que los autores van a encarar– al que denominan “meme político”. Como vemos, el trabajo no se centra en “todos” los memes, es decir, en todo tipo de ellos, sino en un tipo particular, que es el que hace eje en lo político, al que definen “práctica expresiva con significación política”.

Dos palabras más sobre la traducción; en rigor, la traducción literal sería “significancia”, pero esto connotaría o se podría interpretar básicamente como trascendencia, como que es importante a nivel político y por ello se destaca. Así que opté por “significación”, que me parece que se ajusta más al contexto. Por lo que sigue y, en relación con el desarrollo total del artículo, entiendo que también en alguna medida puede incluirse la cuestión de la trascendencia pero sin que esto resalte por sobre la idea de sentido (“sentido” como significado).

Luego se plantea algo que considero digno de ser tenido en cuenta. Se trata de conceptualizar al tipo de video amateur, que es el objeto empírico de estudio, el meme “político” que se dinamiza (circula) por Internet, como un fenómeno relativo a la intertextualidad digital, tal como lo plantean Edwards y Tryon, porque, es obvio, la intertextualidad se presenta “en todos lados”, en todos los textos, pero acá el término digital vendría a caracterizarla específicamente. Entonces, lo que caracterizaría al remix y a este meme político sería que ostenta una intertextualidad relativamente fuerte, que se emplaza en lo digital y que tiene una significación o intencionalidad crítica.

Ahora, vamos a ver algunas definiciones de meme; me parece que tenemos que prestarle atención al tema; es claro, que no vamos a encontrar nada nuevo, son conceptos que ya conocemos, pero me detengo en ellos, porque me parece que está instalando un poco el debate sobre la utilización o no utilización del término meme, por lo que pasó, por ejemplo, con Jost, en el Congreso Mundial de Semiótica, y lo que planteaba al respecto Traversa, quien está en desacuerdo con que se utilicé el término.

M. E. BITONTE: El dijo que hace mil años que está el concepto de meme, que empezó a estudiar, entre otros, Dawkins, investigador que adaptó una noción de la biología, la de gen como replicador biológico, a la de meme como replicador cultural. Lo que hace el meme es lo mismo que un gen y la palabra meme condensa la idea de mímesis porque el meme imita, toma, retoma otra cosa (por eso remix) y memoria porque en la medida que eso retoma algo que es como un caldo de cultivo, porque el meme se apoya en una imagen que de alguna manera tiene una virtud que es la capacidad de replicarse; el gen que no se replica en una célula que fecunda no prospera, entonces el meme tiene ese nombre porque viene de gen, por la capacidad de replicación, de viralización y de supervivencia, son las tres características.

M. R. DEL COTO: Acá tenemos la definición de meme: “cuando algo se vuelve muy popular y se expande muy rápidamente online es descrito como viral”, y “cuando algo lo hace del mismo modo pero es adaptado o remixado en muchas ocasiones recibe el nombre de meme en honor al concepto de Dawkins, contraparte cultural del gen, el replicador biológico”.

Lo que caracteriza al meme es que se trata de algo que se retoma y se interviene. Y acá tomé esta cita que es de Hutcheon de la segunda versión del libro A Theory of Adaptation, publicado en 2013 (que habla del meme relacionado con la cuestión de la adaptación, porque lo hace jugar con la teoría biológica de la adaptación); entonces dice “del mismo modo en que la biología no evalúa el valor de los organismos en relación con sus ancestros, todos tienen igual validez biológica, las adaptaciones culturales podrían considerarse también como poseedoras de igual validez cultural”. Esta línea norteamericana que emplea el término meme y que retoma la idea de adaptación que viene de la biología, lo plantea como un elemento que va a permitir no valorar al original mas que al derivado; Hutcheon también habla de algo que procede de otro texto, entonces la idea es no menospreciar al segundo sino pensarlo en estos términos, o sea, del mismo modo en que la biología piensa la transformación de los distintos organismos a lo largo del tiempo.

Traje a colación esta cita de Hutcheon, porque me parece que hay que detenerse en esta cuestión, también para ver, en el caso de Hutcheon y de otros autores, cómo se pliegan a la idea de tomar elementos de la biología, para referirse a eventos culturales.

Ahora volvemos al artículo, cuyo foco de atención consiste en el examen del meme político como texto característico de lo que algunos sociólogos denominan la interferencia cultural, y de otras formas de intervención que se dan en la cultura mediática, las que pueden tener mayor o menor peso en la cultura en general, pero que, en principio, se dan en los medios; esto implica reflexionar sobre el papel que el humor juega especialmente dentro de Internet y que puede afectar a la política.

Veamos ahora qué cuestiones se tratan y desarrollan en el artículo. Por un lado, la realización de una breve genealogía de la sátira política. Lo que quiero marcar es que vinculan al meme político –no a cualquier tipo de meme–, con la sátira, y los autores hacen un rápido recorrido desde la época clásica hasta la actualidad, esto es, un recorrido que podría ampliarse y profundizarse mucho más.

Otro asunto en que los autores se detienen es en el despliegue de una descripción general de lo que llaman el meme La caída; acá vale también realizar un comentario: Patricia Dias da Silva y José Luis Garcia lo llaman – esto también es para discutir, para conversar – “el meme La caída”, no los memes de La Caída, como uno tendería a denominarlos.

En la antigüedad aparecen como antecedentes de la sátira –y, por ende, del meme–, los juegos satíricos, las festividades de la Saturnalia romana, la satura latina, que ya es una sátira en verso formal y dramática. Los autores se refieren también a la distinta funcionalidad que tenía un tipo y otro de producción: no tenían la misma función, una era más didáctica, e iba dirigida a todas las clases sociales, la otra estaba destinada a los ricos.

Lo que también se nota en este trabajo –en el de Marín más– es la existencia de una cierta carencia: se perciben blancos, vacíos; se efectúa una “breve” genealogía; no se trata –tampoco ese es el objetivo–, de brindar un panorama más o menos exhaustivo del fenómeno de la sátira. Por supuesto que, dadas las dimensiones de un artículo, esto sería imposible: para dar cuenta de los “antecedentes” del meme político habría que hacer un libro. Pero es bueno tenerlo en cuenta porque uno puede profundizar en esos elementos, en esas redes intertextuales.

Bueno, ya vimos algo de lo que sucedía en la época clásica; y ¿qué pasa en el medioevo? Aparecen aquí las representaciones efectuadas por los bufones, o sea la sátira no está relacionada ya con fiestas populares, como ocurría en el caso de los juegos satíricos, etc. No se relaciona con obras literarias tampoco, como sería la satura latina. En el medioevo, decíamos, la sátira se manifiesta en las representaciones efectuadas por los bufones; el artículo marca eso, la sátira no se daba necesariamente en obras literarias o en fiestas populares, sino que se ponía de manifiesto también en la corte. Pero acá re-aparece una característica, que es precisamente que esto está regulado o autorizado por el rey, es él el que permite la sátira. El bufón podía hacer críticas, pero bajo el “permiso” del rey.

Bueno en el Renacimiento, tenemos las figuras de Boccaccio, con El Decamerón, de  Erasmo de Rotterdam, con el Elogio de la locura, de Pietro Aretino, con Las Pasquinadas, que en las estatuas pegaba panfletos que eran las caricaturas donde se hablaba mal de los reyes o, en general, de las autoridades, etc.

En el siglo XVIII, que es el más prolífico, se da, dentro del campo de la literatura, con las figuras de Montesquieu, Cartas persas, de Voltaire, de Swift (Los viajes de Gulliver), de Poe, quien tiene una poesía satírica que se llama La poseída…

A. ROCHA ALONSO: En el siglo XVIII aparecen, sobre todo en Inglaterra, los primeros grandes polemistas en los periódicos; por ejemplo, Swift, Addison, Steel.

M. R. DEL COTO: En el siglo XIX, la sátira se traslada a América. América, por supuesto, es Estados Unidos; entonces, los autores nombran a Mark Twain (no sé si entre otros, o solamente a él), pero dicen que se centraba en tipos sociales y, obviamente, en los ingleses que eran el motivo de burla, de crítica, privilegiado.

En el siglo XX plantean algo interesante: el vínculo entre la sátira y la literatura fantástica. Porque dicen que estos autores tienen la virtud de deconstruir los valores, los ideales de la modernidad y de estar en contra, no de la cuestión mecánica en sí, sino de las consecuencias muy negativas que los desarrollos de la tecnología y la evolución infinita podían acarrear. Los autores plantean que los narradores que se dedican a producir ciencia ficción en ese momento tienen la virtud de haber advertido antes que sus coetáneos los riesgos que podía acarrear el desarrollo tecnológico del que casi todos los otros se ufanaban. Lo destaco porque me pareció interesante la conexión.

Hasta ahora, hablamos mucho de literatura o de textos escritos. Pero, los autores se centran también en la sátira que se dinamiza a través de imágenes.

Mencionan el arte medieval de los dibujos holandeses, que oficiarían como una suerte de “antecedente”, después mencionan los grabados de la reforma, el arte barroco y en este período artístico nombran a Bernini, a Tiépolo… y dentro el siglo XVIII, cuando se da la gran explosión de la caricaturización de los políticos en los diarios, en los textos escritos, en las revistas, etc.

Al respecto, acá presento algunos ejemplos de imágenes satíricas que funcionan como “antecedentes” del meme)

En el siglo XX ha pasado al medio televisivo; al respecto, los autores mencionan “Satire tv”, que es un programa inglés.

Entre nosotros, “canal K” (si miran en YouTube hay muchos fragmentos del programa que tuvo dos temporadas, una en Canal 13 y otra en Telefe. Entre otros sketches había uno en que aparecía Perón en las nubes y hablaba con Alfonsín…

Estos ejemplos –los que proponen los autores– y que incluyen Los Simpson, tienen que ver con la cuestión de cómo fue apareciendo la sátira a lo largo del tiempo, incorporándose a textos de distintos géneros y medios. Con esto terminamos de exponer lo que constituye el primer gran tema que se trabaja en el artículo.

El segundo tema consiste en la descripción general del “meme La caída”. ¿Qué comprende tal descripción?

– Cómo se configuró la muestra;

– Suministro de informaciones contextuales (la cuestión de las remociones del meme, la de la monetización);

– Descripción de algunos ejemplos particulares del meme;

– La figura de Hitler y su tratamiento satírico. En los exponentes del meme, Hitler personifica a: a) un líder innominado; b) a sí mismo; c) a una persona concreta de nuestro tiempo.

Respecto de las informaciones contextuales, se indican las remociones del meme, tema que se liga con el hecho de que la empresa productora de la película, que se llama Constantin, hizo un reclamo a YouTube; se consigna que la plataforma ya tenía (o estaba formulando) una política en relación con las apropiaciones y los derechos de autor, y le dio la autorización a Constantin para que o bien removiera, o sea sacara de la plataforma directamente el meme, o bien que lo dejara bajo algunos condicionamientos; en fin, les dio libertad para que hicieran lo que quisieran. Y ellos empezaron sacándolo, y después les pareció mejor restituirlo pero que quien/ es lo había/n hecho pagaran los derechos de autor.

Cuentan los autores que, en defensa del no pago de derechos de autor, se planteó, por un lado, que la película había tenido un éxito muy relativo y que gracias al meme había alcanzado mayor conocimiento social; y, por otro (este argumento es mucho más general y conceptual) que si se trataba de algo que no dañaba las buenas costumbres ni iba contra la moral, y si se consideraba que era un aporte cultural, valía más el aporte hecho a la sociedad con el meme que pagar los derechos de autor: estos eran los planteos que esgrimían quienes tenían que pagar.

Otro de los ítems que se desarrollan en el artículo es la descripción de algunos ejemplos; y también la figura de Hitler y su tratamiento satírico. En los memes, Hitler puede personificar a un líder al que no se le adjudica nombre, pero que tiene los rasgos que lo caracterizan a él; puede representarse a sí mismo (en este caso, el humor o la crítica se refería a su egolatría, a como era su carácter o a ciertas características físicas (como tenía las orejas) o a ciertos datos biográficos (que, como no fue aceptado en la academia de artes para estudiar pintura, se dedicó a la política)). O bien, puede representar a una persona concreta de nuestro tiempo, con lo cual esa parte de la película que se retoma, se toma y se interviene, se traslada al presente.

Como se sabe, este meme está construido a partir de un fragmento de la película que coincide casi con su fin: se trata de la escena en la que le informan a Hitler que las tropas rusas están ya a un paso de entrar en Berlín y que se termina todo.

Ahora, antes de proseguir con la presentación del trabajo, vamos a ver un meme más o menos actual, que se realizó en referencia a las PASO. Ver: https://www.iprofesional.com/politica/297856-adolf-hitler-elecciones-mauricio-macri-Hitler-se-entera-que-Macri-perdio-las-PASO.

Volviendo al trabajo que nos ocupa, los autores del artículo indican que decidieron elegir como ejemplo el meme La caída por la cantidad de trabajos que existen (y esto desde hace mucho tiempo), y porque el interés por retomar ese fragmento de la película no ha cesado, cosa que prueba el ejemplo que vimos.

(…)

También apuntan algo que se relaciona con nuestras búsquedas, pues indican que, al menos una de las condiciones de producción de los memes en general, son las traducciones que hacían los fanáticos de los animés, que los llevaban del japonés al alemán, al inglés, etc. Era esa práctica a la que puede adjudicársele el papel de una de las condiciones de producción de este tipo de retomas.

L. IRIBARREN: Una vez, a mí me tocó hacer subtítulos apócrifos para una película argentina de la que se recuperó la imagen pero no el sonido; y es muy complejo. No solo la sincronización narrativa sino, por ejemplo, en el caso del ejemplo de meme referido a las elecciones Paso, concretamente, en esa parte en que coincide con lo que se plantea respecto de Vidal… No me parece adecuado pensar que se trate de una tarea de fans, de amateurs, o sea, que cualquiera puede hacer un meme. De lo que se trata, en todo caso, es de la generación de un efecto amateur.

M. E. BITONTE: Coincido con Laura en que estos videos generan un efecto amateur, pero hay también aplicaciones que sirven para hacer memes y videos y están disponibles para cualquiera.

L. GRIGÜELO: Para mí debe tener que ver con eso, porque claro, ellos, los autores de este texto, utilizan producciones amateurs pero está bien lo que dice Laura para pensar, si hablar de amateur no tiene que ver con la construcción de un efecto de sentido, “es algo que puede hacer cualquiera” y que eso le da un sentido diferente, que no se trata de algo industrializado…

L. IRIBARREN: Es que tal vez hay como una connotación histórica, quizás sí surgió como una práctica que algún chico familiarizado con las computadoras hacía, pero, cuando existe un programa que te permite hacer memes… eso habla de una profesionalización, de una estandarización en algún punto…

– Me parece que es una estandarización de cómo se genera el humor porque esto es una fórmula como todo, pero también estoy recordando ahora el meme del gato y una escena de una chica que… es una fórmula para hacer humor y si funciona una vez, entonces se estandariza, se populariza. Y evidentemente funcionó porque –no recuerdo cuando fue la primera vez que salió este meme– pero hasta el día de hoy me estoy riendo con la misma fórmula, lo que cambia es el contenido.

L. GRIGÜELO: Tal vez amateur también tenga que ver con la idea de que vos lo podés hacer y subirlo, vos yo, cualquiera.

L. IRIBARREN: Bueno, esa es la filosofía de YouTube.

M. E. BITONTE: Y la diferencia entre amateur y profesional también tiene que ver con la posibilidad que brinda la red de que hoy cualquiera pueda hacerlo, y de que, a su vez, las escuelas de cine de guión de producción pidan trabajos prácticos que consisten en esto…

M. R. DEL COTO: Prosiguiendo con el desarrollo del texto, digamos que lo que se plantea también es cómo la figura de Hitler ha sido tratada incluso durante la segunda guerra mundial, e, incluso, dentro de la misma Alemania nazi. Los autores traen a colación el caso de una sátira que le hicieron a Hitler, después vino la respuesta a la sátira, la oposición a la misma. Los autores indican que todo hace pensar que la réplica, el texto que hablaba a favor de Hitler (no el primero que lo motivó) no tuvo mucha repercusión. O sea que parece que tuvo más repercusión la sátira que la defensa de Hitler, o el ataque a la sátira. También mencionan la película de Chaplin, El gran dictador, y una serie de sátiras sobre Hitler, realizadas en distintos países, entre ellos, la U.R.S.S. y EE.UU.

Aunque no lo subrayan, también se refieren al hecho de que tuvo tanta pregnancia el film, y, fundamentalmente el segmento elegido para la construcción del meme, porque ya la actuación de Ganz muestra matices de exageración muy fuertes, y eso ayuda también porque en el propio fragmento seleccionado está incluida la exacerbación, un elemento retórico que caracteriza a ciertas producciones cómicas y sobre todo a las que trabajan para generar efectos satíricos.

Por último, nos vamos a centrar en lo que serían las observaciones o las conclusiones a las que arriba el artículo. Se trata, en líneas generales, de aquellos planteos que considero que son interesantes para ser sometidos a conversación o, incluso, a debate. Algunas de tales observaciones o conclusiones son obvias como que en el siglo XXI el remix satírico juega un papel en la discusión política, lo que permite que se piense que podemos conceptualizarlo como una nueva forma de participación, como una acción política orientada a una causa, (subrayo lo de “orientada a una causa”, que puede conectarse con una serie de reflexiones actuales sobre el “poder” –que se juzga, en función de ciertos casos estudiados o tomados en cuenta, muy relativo– que podrían llegar a tener ciertas manifestaciones textuales –e incluso acciones– que se originan y circulan a través de las redes sociales y de Internet. También se indica que el remix satírico contribuye a la formación de públicos opositores o contrarios, lo que, para estos autores, vitaliza el debate democrático. Como puede advertirse, es una postura, podríamos decir, optimista, aunque luego hacen algunas observaciones que revelan cierta reticencia o relativización de lo afirmado, pero., en principio, uno puede ver que tienen una visión positiva de este tipo de trabajos en relación con la vida política y, sobre todo, con la repercusión que ellos puedan tener especialmente en la esfera política. Entonces, los autores consideran al remix político como una nueva forma de participación, una forma muy particular porque esta remitida a una causa o a una cuestión, a un problema determinado, o sea, no es abarcadora, no es general, está como muy limitada, muy acotada, por lo que las consecuencias que pueda generar también se mueven dentro del mismo rango. Después claro, si hay muchas se puede “armar” algo cuyos efectos sean más amplios, pero cada una de ellas está centrada en un tema particular.

Los aspectos positivos se relacionan con el hecho de que el remix político “pone en juego la emoción” a la cual los autores valoran considerablemente; hay que precisar que el término “emoción” remite al sentido de producir dicho efecto. La emoción juega un papel importante para captar la atención de los espectadores, y esto en función de los efectos que pueda traer aparejada la lectura de los textos que se inscriben en tal género,  es decir, como elementos que permiten al receptor tomar conciencia de lo que se muestra como defecto a subsanar, o simplemente, como algo negativo, y se sienta motivado para participar en la discusión política.

El remix político exige también racionalidad, o sea, no solamente llama la atención por su “carácter” gracioso, sino por lo que ellos denominan racionalidad; ahora bien, en este caso, los autores lo remiten fundamentalmente a la índole intertextual del género, la que impone que se entiendan las referencias… Un comentario que funciona como nota al pie: esta cuestión resulta interesante para conversarla con los integrantes del grupo coordinado por Verónica, pero hoy no están presentes, salvo Daniel, porque el grupo plantea en el trabajo que hicieron para el libro, la cuestión de lo que ocurría en recepción cuando pasaba bastante o mucho tiempo desde el momento en que había sucedido el acontecimiento objeto de la sátira en el meme y los que se enfrentaba a él no entendían cual “era el chiste”, a qué hacía referencia el texto, y esto generaba lecturas que no tenían nada que ver con lo que, muy superficialmente, podemos calificar del “sentido” fundamental del remix polítco. Pues bien, esto también está trabajado de manera rápida en el artículo que estoy presentado; entonces, los autores dicen: “hay cosas que son más fáciles de comprender”, por ejemplo, el que Hitler se enfurezca, se desespere, porque no encuentra lugar para estacionar, eso es “entendido” rápidamente por cualquier persona de cualquier lugar del mundo. Ahora, hay otras cosas que son más locales o específicas y si no se tiene ese conocimiento puede perderse el efecto satírico, no el gracioso, porque el efecto gracioso puede mantenerse.

L. GRIGÜELO: En base a eso quiero hacer un comentario; ¿se acuerdan que cuando veíamos Hutcheon, ella hacía una distinción entre la parodia y la sátira, y decía que en la parodia había una especie de reivindicación, en cambio en la sátira había fundamentalmente una crítica, acá ellos directamente sin titubear y sin hacer referencia a la parodia deciden ubicar todo esto en el campo de la sátira, porque los ejemplos que dan son satíricos, pero hablan de sátira política y Hitler buscando lugar para estacionar, eso de sátira política no tiene nada.

M. R. DEL COTO: Es muy cierto, pero la referencia a la “lectura” del meme y a la identificación del “elemento” suscitador del mismo, remite a la lista de textos con los que formaron la muestra, la que se centra en el meme La caída en general, y no sólo a los que remiten a cuestiones políticas; ellos hacen la lista e indican que la misma excede la temática política, que hay muchos otros casos del meme, pero que, en su descripción y “análisis” van a poner acento en los que son políticos, que son los que les interesan. Ahora bien, en rigor de verdad, en el artículo no se realiza el análisis ni de los memes políticos ni de los otros; se los menciona, se los describe un poco, pero no existe el análisis: esa es la debilidad fundamental que tiene este trabajo

L. GRIGÜELO: Lo otro que yo quería decir me parece que viene en relación al trabajo que venimos desarrollando entre nosotros. Se trata del tema de dónde ubicamos; quienes trabajamos con la fanpage de humor político, decíamos que no la considerábamos dentro del discurso político pero lo que aparece acá, y está dicho en el artículo, es que es una forma de participación, es el hablar político y que en los comentarios, decíamos, sí, en ellos, de algún modo, aparece la postura política…

M. E. BITONTE: Lo que pasa es que pusimos el hincapié en esa cuestión porque en algunos profesores había una confusión y se tomaba directamente el discurso del meme como discurso político y en función de ello, buscaban las entidades y componentes del discurso político; y eso era un error.

L. GRIGÜELO: Pero me parece que todos están de acuerdo, te acordás, del artículo de Koren, que hablaba de la vigilancia crítica, y planteaba como que todas estas nuevas formas que aparecen en las redes, establecen una especie de vigilancia: “mirá que no somos estúpidos, que nos estamos dando cuenta de lo que está pasando” y recurren al humor, a la sátira, a la parodia para manifestar su bronca. Bueno, y lo otro es lo emocional y lo racional, es decir, cómo en la sátira lo primero que aparece es lo emocional, lo que te llama la atención, pero si no existe por parte del interlocutor la posibilidad de decodificarlo entonces no hay lectura posible; si lo racional no aparece, no tiene el efecto que dicen que tiene…

– Algo más para sumar a lo que decía Lili sobre esta no distinción entre parodia y sátira es que si bien ellos hacen el análisis desde lo satírico, cuando ponen el motor de búsqueda en YouTube dicen que lo que buscan es “la caída” y “parodia” porque parodia es el término que los youtubers asocian a este tipo de memes; es una palabra que está mas frecuentemente relacionada al análisis de los videos y de los memes políticos, y por eso, los autores, y muchos otros, lo buscan como parodia.

A. ROCHA ALONSO: Me parece que si vos buscas a partir de lo que se supone que es más habitual, eso no significa que sea lo más correcto…

Dicen que solamente uno de los casos de meme La caída es denominado por sus realizadores “sátira”, mientras que todos los demás llaman a los confeccionados por ellos “parodia”, pero eso es porque no tienen conocimiento de los conceptos correspondientes; uno no puede sumarse a eso. El criterio está perfecto, pero los autores del artículo dicen “asumimos acá esta terminología, en definitiva, porque es la que se usa”.

– Claro, es más por el uso habitual que por el uso técnico.

M. R. DEL COTO: ¿Vos donde te ubicas? ¿En “el” lugar académico del saber o en de la doxa? Porque en definitiva es eso… Pero, me parece que esa confusión que se genera entre sátira y parodia, como si fueran sinónimos, o mejor, cómo si no viera la necesidad de tener en claro sus diferencias, y manifestarlas en el trabajo, se relaciona con la falta de exhaustividad en el análisis. Hay, diríamos, mucho dato, y poco análisis. En realidad, lo que falta es un abordaje semiótico.

M. E. BITONTE: Liliana ayudame a hacer memoria, nosotras tomamos el análisis de los casos que consideramos como casos de travestismo satírico, dentro de la parodia.

M. R. DEL COTO: Sí, claro, estaban empleando la terminología de Genette que se refiere a la literatura y formula una serie muy pormenorizada de sub-clases.

Bueno, continuando con lo planteado por los autores, vemos que hablan de las limitaciones; al respecto, indican que se producen dos ilusiones: por un lado, la percepción de que existe libertad de expresión en el medio y de que esta forma de participación sustituye la expresión política que hace eje en la petición y/o la protesta. Y apuntan que existe también un sentimiento de satisfacción al brindar la opinión a través del video, incluso si nadie lo ve, o sea, por el solo hecho de que se haya producido el video y se lo haya subido, ya está colmado el objetivo del meme. Después dicen “no resulta exitoso en cuanto a la creación de una comunidad organizada”; esto se extiende a los videos que presentan una dosis alta de burla o de sin sentido (nonsense), los que funcionan como válvulas de escape o de seguridad, ya que tienen poco poder para generar consecuencias transformadoras; así, los receptores, por ejemplo, se quedan con el chiste, con el efecto inmediato, o sea, el receptor no tiene el poder de reflexionar a partir del meme. Otro defecto fuerte que detectan y apuntan es que el impacto presenta poca duración, o sea, es la cuestión esta de que es fuerte, pero tal fuerza se diluye rápidamente, o sea no prospera, la critica acaba y con ella toda repercusión o consecuencia “política”, digamos.

L. IRIBARREN: Pero el hecho de que se tiene que expandir porque si no lo hace, ¿qué significa?, ¿qué muere?

M. R. DEL COTO: Y sí, eso es lo que los autores están planteando.

A. ROCHA ALONSO: Claro, la idea me parece que es que cada uno hace una especie de descarga, se ríe, se divierte burlándose de Macri, pongamos, pero que eso, primero, no persuade; es decir, se ríen los ya persuadidos y tampoco por eso no genera un efecto…

L. IRIBARREN: yo no estoy tan de acuerdo con eso… A mí me parece que cuando algo es muy gracioso, circula mucho en las redes, no en una, sino en varias, y es verdad que produce un efecto de refuerzo de la creencia, por decirlo en términos de Verón; por eso no estoy tan de acuerdo y opera en una comunidad más amplia.

M. E. BITONTE: Una comunidad aglutinada por ciertos ideales o ideologías o posiciones políticas, en donde todo eso genera una función de refuerzo pero si lo consultamos a Verón es el muy claro en decir “acá hay colectivos que no son políticos” son colectivos propios del mercado que son efímeros, que producen un alto impacto pero de corto plazo y que están basados en lo icónico, no en el orden simbólico fundamentalmente.

M. R. DEL COTO: Si eso también se relaciona con algo que creo que habló Marafioti el otro día, en la presentación de su libro en Salta, dentro del marco del encuentro de cátedras de lenguaje; es sobre la cuestión de si la imagen tiene cierto poder argumentativo o no, o sea eso también está presente como problemática a tratar, porque tradicionalmente se piensa que la imagen no tiene poder argumentativo, pero Marafioti planteaba que sí y ponía ciertos ejemplos.

A. ROCHA ALONSO: Lo que pasa es que la imagen intervenida no es sólo icónica, la imagen está súper simbolizada.

– Hay un autor que se llama San Pietro creo, no es un semiótico, es más un investigador cuyos trabajos se inscriben dentro de los estudios de opinión pública, quien dice que justamente estos mecanismos generan una suerte de ilusión de participación, pero que, a la vez, paralizan en el sentido más transformador del término. Y también lo dice en función de cómo la opinión pública se ve representada, más ahora en las elecciones, en encuestas y porcentajes pero que en realidad termina siendo representada en sondeos y una cuestión numérica cuantitativa pero no tiene el poder político de cuando fue generada, digamos, la opinión pública como concepto más político del término y como consecuencia de la ilustración y demás, entonces como que en realidad me parece que va de la mano con esto de que no hay un poder transformador sino que se genera como un catalizador para poder vehiculizar de algún modo el enojo, la desilusión…

L. IRIBARREN: Me parece que lo que es novedoso por el propio lugar de desarrollo, es el contexto mediático, tiene que ver con la viralización, algo que no sucedía antes; en todo caso lo veías en el diario que ibas a comprar o en el canal de televisión que vos elegías ver.

A. ROCHA ALONSO: Estaba pensando en el caso de la revista Humor en la dictadura. Como dice O scar Steimberg, el kiosco es como la primera vidriera y obviamente no es el concepto de viralización, pero sí es aquel lugar donde los que no leían la revista, la veían también y uno puede llegar a pensar en un pequeño efecto, lo mismo que estos memes que no van a convencer a nadie pero que por ahí van minando muy de a poco, eso no lo podemos saber pero es posible pensarlo, como que van generando cierto estado de ánimo o van contribuyendo en un grado pequeño a crear un clima que, por supuesto, se alimenta de otras mil cosas.

L. GRIGÜELO: estaba pensando en La Garganta Poderosa, tiene un montón de recursos que tienen que ver con el humor y es claramente aglutinadora, es como…

– Me parece que lo que hay que leer también es que son soportes de conversaciones que se dan a partir de compartir el contenido.

A. ROCHA ALONSO: En la red y en el cara a cara.

L. IRIBARREN: Por eso me parece que no se puede pensar esto fuera del sistema de los nuevos medios; Jenkins lo trabaja en un libro que se llama Cultura transmedia, que está prologado por Scolari; en el libro se hace una distinción entre el funcionamiento de los medios tradicionales y los nuevos medios y utiliza dos palabras: una, el paradigma del stickiness como pegajosidad, y el de que tiene que ver con desparramar, propagar, y eso me parece muy interesante como metáforas para dar cuenta de estas diferencias. Y entiendo que justamente lo que plantea es un poco como que, respecto a los medios tradicionales, el espectador tiene que estar pegado frente a la pantalla, en fin, otra dinámica del sistema de broadcasting y que ahora justamente –Verón también lo dice en el último libro que escribió– tiene que ver con el alcance, con la viralización. Verón lo llama el alcance, en “La revolución del acceso”, el alcance, la circulación, y estos autores lo plantean desde otro lugar, pero coinciden en esto que tiene que ver con la viralización, con la propagación.

A. ROCHA ALONSO: Y con esta estructura reticular, que es muy diferente…

L. IRIBARREN: Me parece que son cosas que tienen que estar vinculadas con estos fenómenos, porque si no quedan como recortes muy chiquititos, como diciendo “bueno pasa esto” pero pasa acá, o sea, en este contexto mediático.

M. R. DEL COTO: Sucede que estamos ante una revolución que se dio únicamente antes con la aparición de la imprenta y previamente con la transposición de la oralidad a la escritura, o sea, son hitos comunicacionales que estamos presenciando y por eso también nos cuesta la crítica.

A. ROCHA ALONSO: Estamos en medio del fenómeno; aparte pasan cosas cada cinco años, yo siento que…el mundo digital es un antes y un después; Scolari habla del blog y ¿Quién se acuerda ahora del blog? Es como que ahora son las redes, pero ¿Qué redes? Vos empezaste hablando de Facebook y tuviste que incorporar Instagram y ¿Qué va a pasar en cinco años?

L. IRIBARREN: Pero, la esencia sigue estando.

A. ROCHA ALONSO: No, eso por supuesto, pero es complejo para nosotros absorberlo.

L. IRIBARREN: Y además también creo que el meme tiene, para mí, algo super fundamental que es la capacidad de síntesis que es muy propia de esta época.

M. R. DEL COTO: ¿Hay más comentarios, observaciones, planteos?

Bien, entonces, damos por terminada la reunión.