Retomas Discursivas en Tiempos de Convergencia Producción, Circulación y Consumo

“Recepción, reacción, interacción”. El caso del youtuber Martín Cirio (“La Faraona”)

“Recepción, reacción, interacción”. El caso del youtuber Martín Cirio (“La Faraona”)

Osvaldo Beker

bekerosvaldo@gmail.com

 

Con respecto a las retomas discursivas y sus múltiples manifestaciones en los tiempos que corren, el caso de Martín Cirio (“La Faraona”) representa un buen ejemplo de inflexión en tanto novedosa marca de las configuraciones contemporáneas vinculadas a lo conocido como “giro autobiográfico”.[1] De manera virtual, gracias al empleo de distintas redes, Cirio produce de manera cotidiana abundante material sobre sí mismo, y de una manera por la que apela constantemente al humor negro, a la acidez, a la mordacidad, algo que lo hace distintivo, singular, en el “paisaje” de los youtubers e instagramers gracias a sus numerosos videos que son ampliamente captados a través de Internet (aunque cada vez más sus contenidos tienen repercusión en los medios masivos). Ese “yo autobiográfico” de Cirio aparece como una construcción compleja pues no son nada nítidas las barreras que separan el autor de los posteos del personaje que se encarga de crear e hiperbolizar. Lo que decididamente sí ha llamado la atención para la redacción de estas líneas es el hecho de que Cirio representa una clara ilustración de inmersión mediática que experimentan los actores sociales, id est, sus más de un millón de seguidores, ya que en reiteradas oportunidades no solo replican y responden sus comentarios sino que contribuyen para la creación de sus historias y, además, se encargan de “atacar” a ciertos personajes “sancionados”, “denunciados”, por Cirio. Pero antes de profundizar sobre estos comportamientos, veamos un poco quién es este particular personaje.

Martín Cirio, también conocido como “La Faraona” (tal apodo se debe a que vivió muchos meses en Egipto y decidió autobautizarse de ese modo) es un youtuber e instagramer que comenzó su vertiginosa carrera publicando videos de sus viajes turísticos (a destinos tan dispares como la India, Egipto, Dubái, Ucrania, Rusia, Malasia, Inglaterra, Rumania o Polonia) y dando desopilantes consejos sobre amor y sexo (una de sus secciones más conocidas se llama “El consultorio de la Faraona” en la que lee preguntas de sus seguidores para luego responderlas haciendo uso del recuerdo de un sinfín de anécdotas personales). Su elocuencia, histrionismo y profundo humor negro sin tapujos lo llevaron a alcanzar, en poco más de tres años, una cifra superior al millón de seguidores en YouTube y más de un millón cien mil en la plataforma de Instagram.[2] Sus followers, altamente fieles (tanto que a veces parecen ser adoradores de Cirio), al mismo tiempo, han logrado constituirse como una verdadera comunidad, con un particular lenguaje (imaginado y promovido por el mismo Cirio) y un simbolismo propios: entiéndase que Cirio, con sus 35 años, y esto mismo él lo señala, hace uso de un registro lingüístico que más bien se vincula con adolescentes o jóvenes veinteañeros. En ese sentido, su léxico está plagado de giros y expresiones tales como “ahre”, “sorry not sorry”, “xica”, “dijo nadie nunca”, “quebrar”, “tipo”, “pasti”, “pepa”, “tranqui”, “belles”, “estoy matado”, “flashear”, entre muchos otros. Por otro lado, el contenido de sus numerosos posteos -que son diarios-, ha ido mutando y expandiéndose hacia nuevos horizontes fundamentalmente ligados a los comentarios ácidos dirigidos hacia figuras del espectáculo y de la política nacional. Es notable verificar las diferencias cualitativas existentes entre sus primeros posteos, de hace unos cuatro años, y los actuales: tanto las temáticas abordadas como el modo de representarlas han experimentado profundos cambios, así ha pasado de una enunciación más solemne a una modalidad más ligada al desparpajo. Veamos algunos de los “rebotes” en la prensa masiva a partir de sus polémicos posteos:

 

La reacción de Jorge Rial ante las burlas del instagramer «La Faraona» a su hija Morena”.

Infobae, 8 de mayo de 2019

 

El desagradable regalo de La Faraona a Laura Fidalgo”.

Pronto, 27 de enero de 2019

 

“Cirio también preguntó por qué el gobernador de Chaco, Domingo Peppo, “permite que una diputada de su Gobierno avale comentarios homofóbicos. ¿Acaso todos la protegen y puede decir cualquier barbaridad y no dar explicaciones?”

AimDigital, 25 de octubre de 2018

 

   Hoy en día, ha dejado atrás la producción de aquellos videos de naturaleza turística para abrir una ventana a su vida, a sus “quehaceres y desdichas cotidianas”.

Lejos de abordar estas temáticas desde una perspectiva “trágica”, “La Faraona” utiliza el humorismo para expulsar toda amargura ligada a lo existencial y alivianar el dolor de sus frustraciones.[3] De esta manera, recurre a diferentes modalidades de risa –aniquiladora, consoladora–[4] para echar luz sobre situaciones corrientes que tanto él como cualquiera de sus seguidores puede atravesar. Para las teorías que consideran el humor como un efecto, producto de una situación comunicativa caracterizada por la presencia de lo incongruente, el interés son los fundamentos del orden cognitivo. Los antecedentes de estas teorías ya estaban en Aristóteles, en su Retórica,[5] cuando dice, por ejemplo, que una forma de que los asistentes a los encuentros rieran era crear una expectativa de lo que iba a decir para después sorprenderlos con algo que no esperaban. Esto es: hay allí algo del orden de la “ruptura de la expectativa”. El humor, así, es una unión “disparatada” entre dos conceptos, hechos, situaciones o ideas. Lo percibido de un modo determinado, de pronto es visto de una forma diferente, improbable, cuando es presentado en un contexto extraño, y ello desencadena lo humorístico en el momento de la percepción de tal incongruencia. Lo incongruente habitualmente se produce de modo inesperado y sus respuestas de humor se asociarían con la sorpresa. El humor de Martín Cirio recurre en todo momento a esta modalidad, pues es cotidiana su construcción de distintas escenas en las que predomina la incongruencia, o el absurdo, o la puesta de una mirada otra, díscola, sobre distintos fenómenos sociales, fundamentalmente en lo que atañe a la realidad en nuestro país. Sus posteos diarios e historias en Instagram también están articulados a partir de un humor incongruente en el que contrapone distintas realidades sirviéndose de un histrionismo marcado y una rapidez inusitada en sus intervenciones.

En su artículo Comunidad Youtuber, Lorena Steinberg y María Agustina Sabich destacan la importancia de figuras como Martin Cirio, cuya aparición tiene una incidencia directa en la constitución de los modelos de identidad de los más jóvenes.[6] En principio, esto permitiría explicar el alto nivel de engagement que tiene “La Faraona” en las distintas redes sociales (Cirio también efectúa posteos en Twitter, pero son sobre todo Instagram y YouTube son sus plataformas más constantes). Es por ello, además, que se puede comprender el comportamiento de su comunidad de followers, también conocidos como “Farafans” o “Faraminions” (en alusión a aquellos simpáticos personajes que hicieron su irrupción en la película “Mi villano favorito”). Tanto su lenguaje como sus reacciones funcionan como un espejo ante las ocurrencias del personaje en cuestión. En múltiples ocasiones, incluso, son ellos quienes dan el puntapié inicial para una temática particular, lo que revela una operación muy singular que se vincula con la idea de que Cirio reacciona ante reacciones de sus propios seguidores.

La influencia del youtuber en el comportamiento de sus seguidores y la constante retroalimentación entre ellos (evidenciada en el hecho de que muchos de sus followers, a su vez, han creado cuentas de fans; o porque gracias a las historias de Cirio han surgido nuevos influencers que, por su parte, son seguidos por miles de jóvenes) son habilitadas, “[potenciadas y expandidas] […] con la articulación de las cuentas en hipermedios […] desde donde [la figura] recibe mensajes que frecuentemente contesta en sus videos”.[7] Por otra parte, esta característica sirve para dar lugar a las expresiones de los “Farafans”, quienes replican como Martín Cirio en sus cuentas de redes sociales y lo utilizan como justificación y validación (hay diversas reacciones de numerosos seguidores que muestran distintas situaciones humorísticas que llevan adelante en una plena asimilación, o copia, de lo hecho en primer lugar por Cirio). Para internarnos en este fenómeno, se puede dar a conocer, por ejemplo, el caso de “Cabildo 500”, de hace un año aproximadamente. “La Faraona” descubrió el jingle publicitario de una inmobiliaria ubicada en la dirección antes nombrada. Luego de publicar múltiples videos cantándolo y haciendo humor con él, sus followers empezaron a imitarlo. El eco del hallazgo inicial permaneció durante aproximadamente mes y medio e incluyó tweets de gente mostrando capturas de pantalla fijando, por ejemplo, el sitio en cuestión como falso punto de encuentro, videos de niños cantando la pegadiza canción, y un challenge, entre otras reacciones:

 

“Cabildo 500, la publicidad que invade de memes las redes sociales”.

elsol.com.ar, 17 de julio de 2018

 

O, en ocasión de uno de sus múltiples shows por todo el país (aunque también se ha presentado en escenarios de Uruguay, Chile, España e Inglaterra), un medio de Olavarría, en la provincia de Buenos Aires remató:

 

“Para finalizar, recibió regalos de sus fans: una bufanda y una torta… con forma de enema, claro. Se despidió y pidió volver a reencontrarse en Cabildo 500”.

Infoeme.com, 13 de junio de 2019

 

La presencia de la figura en múltiples plataformas, la magnitud de las reacciones de su comunidad de seguidores, y las ocurrencias constantes dieron lugar a que Martín Cirio consiguiera una popularidad cada vez mayor. Es así como la producción de videos fue en crecimiento, su contenido se fue categorizando en sketchs (“Carolos en el Bar”, “El Consultorio de La Faraona”, entre otros), y los personajes que aparecen en sus videos son famosos cada vez más reconocidos. Esta cualidad es una característica altamente valorada por los miembros de su público.[8] Entre las respuestas a sus videos se pueden encontrar figuras como Laura Miller, Evangelina Anderson, Nazarena Vélez o el mismo Marcelo Tinelli. Participaron de su contenido artistas como las “Bandana” y Marixa Balli, Yanina Latorre o Jimena Barón e incluso fue nombrado en múltiples ocasiones por Tinelli en su programa de prime time, Bailando por un Sueño. De este modo, sale del medio interactivo para convertirse en un verdadero fenómeno conocido también en los medios de comunicación masiva. Ahora bien, en reiteradas oportunidades, Cirio sostiene que su universo está en las redes y que nada tiene que ver su humor con los medios masivos de comunicación tradicionales (donde sí aparecen de manera cada vez más frecuente distintas noticias vinculadas con diferentes avatares en el que Cirio se ha visto envuelto):

 

Clarín Espectáculos: “Morena Rial se cansó de las críticas y denunció al instagramer Martín ‘La Faraona’ Cirio” (8 de mayo de 2019)

La Nación Espectáculos: “Los picantes comentarios sexuales de Ofelia Fernández y Ángela Torres en un video de Martín Cirio” (31 de octubre de 2019)

LMNeuquén: “La Faraona en Neuquén: llenó tres shows, criticó las veredas y se peleó con un hater” (13 de septiembre de 2019)

 

Con su creciente popularidad e influencia, “La Faraona” no sólo se relaciona con el medio, la industria y sus actores de manera fluida, sino que también plantea una postura que lo lleva a relacionarse con sectores politizados.[9] Sus followers participan de una ideología consonante con la de Martín Cirio, la que, al mismo tiempo, habilita a que desde su personaje pueda mofarse de dichos, propagandas y acciones de políticos y funcionarios desde la ironía y el sarcasmo:

 

“A partir de la polémica desatada ayer por la campaña ‘Desafío Colectivo: Contener al Covid-19 sin violencia de género, por el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Catamarca (…) fue duramente criticada por el público, entre ellos la comunicadora y escritora Florencia Freijo y por el influencer y humorista Martín ‘La Faraona’ Cirio…”.

El Esquiú, 21 de abril de 2020

 

“‘Juntos a Manzur y Jaldo nos vamos todos arriba. Por un peronismo unido en toda mi Argentina, todos con Manzur y Jaldo mejorando la provincia’, dice la canción, que también supo generar una fuerte polémica cuando en 2011 utilizó este hit para apoyar al polémico diputado Alfredo Olmedo, en contra del aborto y a favor del servicio militar obligatorio. ‘No me extraña que esta quiera de vuelta la dictadura y callar todas las voces si canta esta basura’, lanzó muy polémico Martín Cirio en su cuenta de Instagram”.

ContextoTucumán.com, 20 de marzo de 2019

 

 El alcance del youtuber es tal que, tras múltiples declaraciones, fue declarado persona no grata en múltiples lugares. El caso más conocido y reproducido por sus seguidores fue el de Chaco: tras resaltar la peculiaridad de ver a un anciano vendiendo flechas en las calles de dicha provincia, la diputada Claudia Panzardi presentó un proyecto de repudio a sus expresiones públicas. La acción de la congresista fue suficiente para que le realizara una serie de videos e historias donde el comediante destacó su mala labor, su falta de responsabilidad ante el pueblo al que responde y la abundancia de corrupción en la provincia a la que representa:

 

“Martín Cirio, La Faraona, en guerra con una diputada de Chaco”.

Clarín, 24 de octubre de 2018

 

Las reacciones de los “Farafans” fueron variadas en forma, pero no en fondo. La reacción de los medios masivos de comunicación no se hizo esperar:

 

La Voz del Chaco: “Ola de repudios hacia el humorista que se burló de un artesano qom” (24 de octubre de 2018)

Diario Chaco: “Panzardi denuncia ‘hostigamiento’ del humorista Martín Cirio: ‘Pretende afectarme, pero jamás podrá hacerme mal’” (28 de octubre de 2018)

 

Estas situaciones se replican cíclicamente en los contenidos de “La Faraona”, quien se vale de una fuerte dosis de ironía para hacer humor y recurre a su comunidad para rechazar públicamente a la figura en cuestión (muy bien podría rotularse esta operación como “escrache mediático”, lo que constituye una modalidad, al menos, polémica). Es interesante considerar este fenómeno, en tanto a los “Farafans”, en el rol activo de “repudiadores”, les es asignado un nombre específico: “Faraminions”. Sus dichos afectan de manera directa el posicionamiento, en este caso, de otras figuras que conforman el entramado político y cultural de una sociedad, y suscitan, de manera abierta, una reacción que logra superar los parámetros básicos de engagement planteados, en un principio, por las redes sociales. Los Faraminions, por consiguiente, indicados por su “líder”, “La Faraona”, visitan las páginas de famosos de la farándula, o políticos, y las llenan de mensajes codificados que responden al campo semántico característico de Cirio. Por supuesto, las “víctimas” de esos innumerables escraches desconocen tales expresiones y en muchas ocasiones, ante tal aluvión de comentarios burlones, negativos, ofensivos, bloquean la parte de los comentarios de sus correspondientes cuentas (el bloqueo de las cuentas por parte de los “atacados” es la mejor forma de evidenciar la cantidad y la calidad de las reacciones de mensajes de los seguidores de “La Faraona”). La otrora vedette y ahora conductora ultrarreligiosa Gisela Barreto o la mediática y actual diputada provincial por Santa Fe, Amalia Granata, han sido blanco de tales escraches en repetidas ocasiones. En ese fenómeno, puede evidenciarse entonces la función que poseen los followers de “La Faraona” (ellos son seguidores pero a la vez se convierten en productores de mensajes cuyo destinatario ha sido señalado por Cirio). De allí puede concluirse que los receptores se convierten en productores en esta modalidad de profunda interacción permitida por las actuales plataformas: he allí el ejemplo más evidente del modo en que se produce un constante fenómeno de retroalimentación surgido a partir del caso popular representado por este youtuber e instagramer.

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

ARFUCH, L. (2002), El espacio biográfico. Dilemas de la subjetividad contemporánea, Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

ARISTÓTELES (2010), Retórica, Buenos Aires: Eudeba.

DIAS DA SILVA, P. y GARCIA, J. L. (2012), “YouTubers as satirists. Humour and remix in online video” en JeDEM-eJournal of eDemocracy and Open Government4(1), 89-114.

MARÍN, J. (2017), “La risa proteica, el humor y los pesimistas” en Revista Escritura e Imagen, 14, 233. Ediciones Complutenses.

SCOLARI, C. y FRATICELLI, D. (2016), “Nuevos sujetos mediáticos en el ecosistema de medios: el caso de los youtubers españoles”. En el V Congreso de la Asociación Argentina de Estudios de Cine y Audiovisual. ASAECA, Bernal, Argentina.

STEINBERG, L. y SABICH, A. (2017), “Comunidad YouTuber: Un análisis en reconocimiento sobre las prácticas de consumo en niños y adolescentes del Área Metropolitana de Buenos Aires”. Disponible en https://absorcionesretomas.sociales.uba.ar/comunidad-youtuber-un-analisis-en-reconocimiento-sobre-las-practicas-de-consumo-en-ninos-y-adolescentes-del-area-metropolitana-de-buenos-aires/ (publicado 22 diciembre 2017, consultado 26 mayo 2020).

[1] Arfuch (2002).

[2] El sello editorial Planeta le ha publicado un libro de ficción, El diario de Sandy, en 2019.

[3] Marín (2018).

[4] Ídem.

[5] Aristóteles (2010).

[6] Steinberg, L. y Sabich, M. A. (2017)

[7] Scolari y Fraticelli (2016).  

[8] Steinberg y Sabich (2017).

[9] Ídem.